sábado, 27 de abril de 2013

CAPITULO XXV


CAPITULO XXV:

La película empezó y todo el mundo se puso cómodo. Empezamos a comer palomitas y a estar atentos. Pese a que todos la habíamos visto en algún momento de nuestra adorada infancia, seguíamos amándola.
Yo comía palomitas tranquilamente mintras la veía. Al poco tiempo se acabaron así que dejé el bol en suelto y cogí un chicle al azar. Menta, ascazo. Harry debío de ver mi reacción porqué soltó una risita, a lo que yo respondí con un codazo.
El film siguió contando esa triste historia y cuando llegó a la parte más triste y emotiva de todas, noté que empezaba a llorar poco a poco así que metí mi cara en el pecho de Harry, que aceptó encantado. Después paso su brazo por detrás de mis . Lea, con su gran corazón miraba la escena como si nada, mientras Louis estaba llorando a lágrima viva. Niall había dejado de comer tras vaciar cinco bolsas de patatas de diferentes sabore. La nuestra ni la hemos empezado, supongo que la dejaremos para luego. Ahora el irlandés está intentando atrer a Nina, que no muestra gran interés. Zayn está eseñándole a Amelie algo en su móvil y esta sonríe. Emily está dormida encima de Liam, que la mira con una sonrisa. Y luego estamos yo y Harry. Abrazados.
Cuando por fin encuentran a Nemo miramos la hora y nos damos cuenta de que es bastante tarde, así que todos van yéndose hacía sus actuales viviendas.
Mi madre me llama, dentro de un cuarto de hora vienen a recojer las maletas. ¿Maletas?
–Sí, nos vamos a casa de tus abuelos ¿no te acuerdas? Cada año nos vamos. – responde ella des de la otra parte de la línea cuando se lo pregunto extrañada.
Asiento y cuelgo diciéndole que les esperamos. De mientras recogemas todas las bolsas de dulces vacías y las tiramos. Los refrescos los metemos en el frigorífico. Cuando acabamos vamos arriba, pero a medio camino mis padres llaman al timbre. Volvemos a bajar.
–Hola mamá – saludo, mi padre también acaba de aparecer por detrás. Les doy un abrazo a los dos. Suben un momento por las maletas. Solo llevan tres entre los dos, y para mi sola necesito seis.
–Bueno, el coche está en marcha así que nos vamos, que si no llegaremos mañana muy por la noche. Os queremos – dicen ellos mientras me abrazan. Harry también se acerca y saluda – Sobre todo tú, cuida de mi niña y no le hagas daño. Llámanos de vez en cuando.
Salen por la puerta rápidamente y se van. Nos quedamos solos. Y si no consiguen arreglar la universidad pronto será hasta el final del verano. Lea, también se ha quedado sola con Lou, porque sus padres van al mismo pueblo que los míos.
–¿Qué quieres hacer? – pregunta.
–La verdad es que no lo sé – digo cansada – ¿volvemos a llamar a Lea?
Sonríe y me da un abrazo.
–Creo que será mejor dejarlo para mañana – dice mientras se sienta en el sofá, pero de pronto parece tener una idea – ¿Quieres conocer a mi hermana?
–Son las diez de la noche – le digo enseñándole el reloj – no creo que le haga mucha gracia, ni a ella ni a su prometido.
–No creo que le importe, además ese idiota ni estará en casa.
–Harry, no. Iremos mañana si quieres, ahora iré a cambiarme y después vemos una peli si quieres – le digo mientras voy subiendo.
–Podemos ver la bella durmiente si quieres – va alzando las cejas mientras sus ojos se fijan en los míos.
–Claro, y de paso también nos ponemos los disfraces – ironizo riendo.
–Eh, que fueron caros.
Sonrío y subo las escaleras rápidamente. Entro en mi habitación y me quito los jeans y la camiseta y los tiro al suelo. Me dejo el pelo suelto y el rímel y pintalabios. Me pongo los mismos leggins y la sudadera de antes y salgo fuera con con los pies dentro de unos felpudos color rosa.
Salgo de mi habitación y cierro la puerta. No está, así que decido buscar la película por algún sitio. La encuentro en el sitio de los clásicos Disney. Saco el cd arañado y lo meto en el aparato. Lo paro y bajo a buscar las palomitas que han sobrado. También subo una bolsa de patatas y un paquete de chicles. Cuando vuelvo a subir y entro en la salita e encuentro con Harry ocupando todo el sofá, estirado.
–Yo también tengo que caber, lo sabes ¿no? – frunzo el ceño divertida.
Sonríe y se sienta bien. Le doy al play y empieza la película. Hace tiempo que la he visto, pero bueno. Me tiro en el sofá y suspiro. Pero entonces él se levanta. Alzo una ceja como pregunta y él no dice nada. Se acerca al interruptor y apaga la luz.
–Para que sea como en el cine.
Me siento en el sofá y miro la película. La verdad es que me aburro mucho, ya estoy cansada de mirar la televisión todo el rato sin hacer nada. Dejo mi cabeja apoyada en el hombro de Harry. Él me cojje la mano y la entralaza con la suya. Se me suben los colores pero no digo nada.
Pasa bastante tiempo, y la pelicula ya me parece más interesante. Quiero decir, tengo a mi lado a uno de los chicos más deseados del planeta. Estoy apoyando mi cabeja en su hombro y mi mano está cogida de la suya. Está en mi casa, en mi sofá, viendo una película cursi conmigo. Tal vez esté en un sueño.
La película está por acabar en, un momento crucial. El principe está a punto de besar a la princesa y yo me emociono.
–Qué bonito – exclamos en voz alta sin darme cuenta – dormiría cien años solo para un beso.
–Tal vez no haga falta – dice él.
Me doy la vuelta. Me está mirando con esos ojos brillantes. Coje mi barbilla y la levanta para estar a la altura de su cabeza. Entonces cierro los ojos. Me besa suevemente. Aparta poco a poco su cabeza. Pero yo pongo las manos en su cuellos y soy yo la que le besa. Nos dejamos caer encima del sofá. No me puedo creer que esté haciendo esto. Le sigo besando. Bueno, más bien él me sigue besando. Sus labios son suaves y tiernos. El aliento le huele a fresa y Colgate.
La película ya se ha acabado, porque se vuelve todo oscuro, pero no nos importa. En uno de los momento nos caemos al suelo y paramos en seco. Luego empezamos a reír.
–¿Ves como no tenías que esperar cien años dormida por el beso de una príncipe? – susurra lentamente. Sigue besándome y rodamos por el suelo. Es tan dulce.
–Ahora, princesa, quiero preguntarte lo mismo que hace varias noches en el baile – dice mientras me mira a los ojos. No le veo, pero siento su intensa mirada – ¿Quieres...?
Me muerdo el labio y asiento. Me preparo para decirle claramente que sí, pero la luz se enciende de golpe y me asusto.
–Kat, me han... – empieza una voz familiar, pero se para de golpe –¿qué está...qué está pasando aquí? – está realmente sorprendido.
Me separo lentamente de Harry y levanto la vista. Dios mío. No ha cambiado nada. Sigue siendo alto, sigue teniendo esos ojos chocolate y el pelo rubio cenizo sin peinar.
–Nada – grito panicada. Me acaba de pillar encima de un chico que no conoce en medio del salón. No es como si no hubiese pasado nada. Enrojezco toda ante la escena – Esto...éste es Harry.
–Tu novio – dice él levantando la ceja, a la vez que divertido.
–No es mi novio – me esfuerzo en contestar rápidamente. También me pongo bien de pié y paso mis manos por los muslos, incómodamente. Creo que nunca he podido arder tanto, qué verguenza.
–¿Como que no? – exclama con una nota teatral ofendida en la voz.
–Oh, cállate ya. Éste es Luke – musito – mi hermano.
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Okey, matadme, en serio, os dejo. He tardado un mes y está horrorosa la continuación. Os prometo que me pondré a escribir ya y colgaré más a menudo D: Pero porfavor no dejéis de comentar, aunque me lo merezca >w<